“Cuatrocientos niños españoles van a arriesgar esta semana su salud y su vida para que dos multinacionales se enriquezcan con una vacuna absolutamente innecesaria. Y eso sólo es posible porque a los padres no se les ha contado la verdad ya que de lo contrario jamás habrían accedido a que sus hijos hagan de cobayas humanas”.
Campoy es ctual presidente de la World Association for Cancer Research (WACR)- en declaraciones hechas esta misma mañana a MEDNEWS cuando le localizamos para comentar el sorprendente monográfico que esa publicación acaba de sacar a la venta hoy lunes, declara:
“Hay numerosos trabajos científicos, algunos de los cuales los citamos en el informe que acabamos de publicar, según los cuales las vacunas, a causa fundamentalmente de las sustancias adyuvantes que llevan, pueden provocar autismo, síndrome de Guillain-Barré, lupus eritematoso sistémico, esclerosis múltiple, esclerosis lateral amiotrófica, artritis, fibromialgia, fatiga crónica, úlceras, mareos, debilidad, pérdida de memoria, convulsiones, cambios de humor, problemas neuropsiquiátricos, diarrea crónica, sudoración nocturna, adenopatías, erupciones, dolores de cabeza crónicos y muchas otras patologías, Pero de eso nadie habla. ¿Se lo han explicado las autoridades sanitarias y médicos a los padres de esos niños a los que van a usar de cobayas”, pregunta José Antonio Campoy.
“La sociedad tiene derecho a saber que lo que está pasando en España con la gripe A -agregaría Campoy a MEDNEWS- es posible porque hace tres años nuestro Ministerio de Sanidad aprobó una norma, la Ley 29/2006, de 26 de julio, de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios, que en su artículo 24, punto 5, establece que “la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios podrá autorizar temporalmente la distribución de medicamentos no autorizados, en respuesta a la propagación supuesta o confirmada de un agente patógeno o químico, toxina o radiación nuclear capaz de causar daños. En estas circunstancias, si se hubiere recomendado o impuesto por la autoridad competente el uso de medicamentos en indicaciones no autorizadas o de medicamentos no autorizados, los titulares de la autorización y demás profesionales que intervengan en el proceso estarían exentos de responsabilidad civil o administrativa por todas las consecuencias derivadas de la utilización del medicamento salvo por los daños causados por productos defectuosos”.
Es decir, se han autoconcedido patente de corso a nivel jurídico. Algo inconcebible en una democracia. Por eso proponen con tanta tranquilidad que la gente se vacune y tome antivirales a pesar de su inutilidad y de sus potenciales peligros. Saben que no les pasará nada. Ni a ellos, ni a los laboratorios, ni a los profesionales sanitarios que les hagan el juego. Y alguien debe transmitir este hecho a los padres de esos niños”.
Artículo completo en DSalud.
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